Entendemos un conflicto paisajístico como una afección a lo que podríamos considerar un paisaje armónico y coherente. Un conflicto supone, además de una merma del valor visual de un paisaje, una afección a su valor ambiental y cultural. Pueden llegar a provocar la desaparición y degradación de paisajes valiosos, su fragmentación o la aparición de nuevos paisajes de baja calidad. No se trata sólo, por lo tanto, de conflictos ya existentes, si no de dinámicas y transformaciones que puedan llegar a alterar un paisaje tal y como lo conocemos.

Si tienes alguna duda de cómo identificar un conflicto paisajístico, puedes hacer uso de este tutorial en el que se explica, a partir de un ejemplo práctico, cómo hacerlo.

En la siguiente cartografía, elaborada a partir de aportaciones de particulares, colectivos y del propio equipo redactor del Estudio de Paisaje, puedes navegar entre los conflictos paisajísticos detectados en el término municipal de Villena.